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Al
producirse un aumento de la presión en el sector ventricular, este tiende a
conducir el aumento del volumen del ventrículo.
Esta
patología frecuentemente afecta a todos los ventrículos y a los espacios
aracnoides. Tres grandes mecanismos fisiopatológicos pueden explicar una
hidrocefalia, y se dan de acuerdo al trayecto fisiológico del LCR, a
continuación, daremos los daremos a conocer: la producción excesiva de líquido
cefalorraquídeo, el aumento la resistencia al flujo y el defecto de
reabsorción.
Hiperproducción
del líquido cefalorraquídeo: Resulta fácil entender que la sobreproducción de
LCR provoca hidrocefalia al sobrecargar el volumen que corresponde al líquido y
superando la capacidad de reabsorción distal.
Resistencia
al flujo: Este mecanismo es el que
se encuentra con mayor frecuencia en la práctica clínica. A menudo se resume
como un simple obstáculo al flujo, aunque este fenómeno de resistencia es más
complejo y tiene en cuenta la viscosidad del LCR. Las características físicas
del LCR son pues de suma importancia y pueden ser suficientes para provocar
hidrocefalia, como sucede en las hemorragias meníngeas y en las meningitis de diversas
causas.
Defecto
de reabsorción: El defecto de reabsorción del LCR puede deberse a una
hiperpresión venosa imperante en los senos dúrales. Esta afección caracteriza
las hidrocefalias halladas en la acondroplastia, en la que están involucradas
anomalías de la base del cráneo (estenosis de los agujeros yugulares). En
determinadas enfermedades en las que se altera el LCR (meningitis, hemorragia
meníngea), se considera la hipótesis del desgaste de las vellosidades
aracnoideas.
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